sábado, 28 de marzo de 2009

El tiempo...¿pasa?

A veces se me ocurren preguntas cuya respuesta queda pendiente para más adelante. A veces, ese "más adelante" se convierte en un "mucho, pero mucho, más adelante".
Esta noche recordé una de esas preguntas y me puse a darle vueltas.
Bueno... el asunto es así: si en una región del espacio se elimina toda manifestación de materia y/o energía (las que, a fin de cuentas, no son más que las dos caras de una moneda que tiene... no sé bien cuántas de esas caras)... si eliminamos todo eso digo, en esa región del espacio ¿Transcurre el tiempo?
No importa si supone usted que si o que no. El punto es ¿Cómo verificar su respuesta?
Y eso sin entrar en consideraciones relativistas, según las cuales tiempo y espacio son, más o menos, la misma cosa.
Si se le ocurre algo, digameló, por favor.
Y si no se le ocurre, no importa, estamos iguales.
Que ande usted bien.

jueves, 26 de marzo de 2009

Esto no es una película de Tarantino.

Y, como no es una película de Tarantino, voy a empezar por el principio, es decir, por el título.
Es bastante sabido que la banda de Möbius es una superficie de una sola cara, "la otra cara" no existe. Y de allí el nombre de este blog. Esto que usted cree estar leyendo, mi querido/a e hipotética/o lector/a, no existe. Al menos no existe como ente ni iniciativa autónomos sino más bien como una epifita.
Para entender como es el asunto es necesario que le presente a Abrujandra, que es... es... es un montón de cosas, entre las que destacan dos: madre de mi hija y mujer de la que estoy enamorado.
Juntos hemos vivido una cantidad de cosas que para qué le cuento, querido/a e hipotético/a. Creamé que no le exagero si le digo que hemos atravesado el infierno y hemos salido de él. A veces marchamos juntos, a veces cada quien por su lado. Y aquí estamos. Aquí, digo, en la casa. Porque aquí, en el blog estamos usted y yo nomás.
Bueno, el caso es que esta mujer disfruta mucho de todas las actividades que tengan que ver con esto de internet y, desde hace un tiempo, está de lo más entusiasmada con esto de los blogs. Como es natural, más de una vez me habló de ello y hasta me insistió en que yo tuviera uno. Hasta hoy me había parecido que eso no era para mí. Es como que a un cóndor le digan que el aire de la playa es sano... no es para uno, ¿Vió?.
Pero finalmente, y como siempre, terminé haciendo lo que ella quería.
Y...¿sabe una cosa, mi querido/a e hipotético/a?
Me alegro de haberlo hecho.
Ya escribiré más cosas.
Que siga usted bien.